viernes, 12 de octubre de 2007

Nochevieja con el primo

La idea no me gustaba mucho, mejor dicho, no me gustaba nada.

Lo lógico era que mi novia y yo pasáramos una noche vieja cenando, bebiendo vino y champán, comiendo las uvas, escuchando música y por último intentar estar toda la noche haciendo el amor.

Yo tenía pensado hacer cosas nuevas, atarla, vendarle los ojos, jugar con comida, incluso ella me había adelantado que se había depilado su exquisito y dulce coñito para esa noche especial. Todo estaba dispuesto, los dos estábamos impacientes… muy impacientes.

La llamada fue dos días antes del 31:

-Hola Amor, ¿cómo estás?.

-Bien, bonita, ¿y tú?.

-Más o menos. Cielo, tengo una mala noticia.

Los pocos pelos de mi cabeza dieron un respingo hacia arriba, suponía que tenía que ser relacionado con la nochevieja.

-Dime, ¿qué pasa?.

-¿Recuerdas que mis tíos iban a venir a cenar con mis padres?.

-Sí, ¿y qué problema hay?.

-El problema es que mi primo no a aprobado ninguna, tenía que haberse quedado él solo en su casa, pero le han castigado... y le han obligado a venir con ellos.

-¿Pero... qué problema hay?.

-Que ellos se van con mis padres de fiesta... y, mi primo…..

-¡¡¡JODER!!!. ¿Se queda con nosotros?.

-Sí... lo siento mucho, de verdad, amor.

El mundo se me vino encima. Era nuestra noche, y un mocoso de 16 años, salido y amante del rap nacional así como de la Play 2, iba a jodérnosla. ¡No era justo!.

Después de muchos intentos e incluso una ayuda del exterior en forma de familiares que se querían hacer cargo de él, no hubo manera de quitarlo de en medio. Parece ser que su prima era algo muy interesante de lo que vacilar cuando volviera al pueblo.

Era sencillo llegar a esa conclusión, su prima, o sea mi novia, era algo increíble, morena, 1.75, con unos pechos preciosos, ni grandes ni pequeños, con unos pezones lindísimos, dulces, con un buen culo, de los que gustan en general, muy bien colocado y blandito, como me gustan en particular. Su cara era una mezcla de inocencia y de vicio cuando miraba de una manera que sólo ella sabía.

Llego el día, me preparé, me vestí. Pero no con la misma ilusión. Sabía que la puerta me la iba a abrir un crió en edad de pelársela 5 veces al día.

Así fue, la imagen del chaval clavado en el arco de la puerta, con su ropa colgandera y la imagen de mi preciosa novia al fondo del recibidor, me hizo sospechar que la noche no iba a ser nada excitante.

Ella estaba deslumbrante, me recibió con un beso y una carita que decía "lo siento", le hice un gesto de asentimiento, no pasaba nada.

Cenamos, estaba deliciosa, el primo no se porto mal, la verdad que me sorprendió, se hacía el adulto, pero a veces la cagaba… lógico.

Acabamos y nos sentamos a tomar las uvas, lo de siempre, risas, melancolía y silencio, mucho silencio.

Debió ser el alcohol, ya que los tres bebimos, no dijimos que no a nada de lo que él pidió, ya puestos que se emborrachara y durmiera la mona, así al menos nosotros podríamos echar un polvo silencioso.

La cosa fue que sobre la 1 de la noche, yo me puse a sobar la pierna de Tania, nada del otro mundo, pero me apetecía, y su pierna me lo pedía, nos cambiamos unas miradas de complicidad... Su voz sonó como un trueno en toda la salita.

-Si vais a follar, podéis hacerlo aquí, yo ya he visto y hecho mucho.

No me lo creía, Tania miro a su primo con cara de odio, por primera vez en toda la noche, se le veía cara de enfadada.

-Mira niñato de mierda, tú no has hecho nada ni has visto nada en la vida, salvo pelis porno y pajas.

Su primo se rió desafiante, su cara había tomado la de un crío tonto y chulo, en plena edad del pavo.

-¡Si no debe ni darte por el culo!.

Eso me encendió a mí, por lo cierto de la afirmación. No, la verdad que nunca lo habíamos hecho, habíamos jugado alguna vez, pero nunca hasta el final.

-Mira tonto del culo, si con la prima que tienes no se te levantó en toda la noche y a tu edad lo lógico era que estuvieras empalmado todo el día.

No esperábamos su respuesta, se levantó del sillón en el que estaba y sin pensárselo se desabrochó el pantalón, se bajó el gallumbo y sacó su polla, bastante morcillota y de un tamaño considerable.

-Anda, primita, hazme las cosas que le hacías al Manu en el pueblo, ya verás como se me pone como a él.

"Cosas", "Manu", "pueblo", "hacías???"... ¿Pero qué coño estaba diciendo?.

Miré a Tania, que intentaba aguantarse la risa con la mano delante de la boca, me quedé un poco descolocado, y los celos se apoderaron por un momento de mí. Le hice un gesto de curiosidad, como diciendo "¿Pero qué esta diciendo este gilipollas?".

Ella me miró, con ira en los ojos y me dijo:

-Deja que le de una lección a este tonto, tú tranqui.

Yo asentí, pensando que le iba a cruzar la cara o a darle una patada en su paquete al aire, y esperé con una sonrisa en mi boca esperando sus quejas, pero lo que ocurrió me dejó frío.

Lo empujó hacia el sillón, él quedó sentado y con cara de sorpresa, ella se arrodilló delante de él. Yo esperaba algo indiferente, pero su cara hacia mí y su frase me hizo ver que esa noche iba a haber guerra...

-Vamos a ver cuanto dura este capullo hasta que se corra.

No me lo creía, sin más, se puso a machacársela, despacio, y mirando su polla, como iba creciendo con los movimientos de su mano. Él me miraba con cara de acojone, supongo que creía que le iba a dar una paliza o algo así, pero lo único que hice fue sentarme delante de ellos y ver como mi novia se la pelaba.

Los celos se estaban apoderando de mí, pero Tania, que me conoce, me miraba cada poco, con cara de ternura y juego. Eso hacía que me tranquilizara.

Cuando mi mente ya se estaba acomodando al juego de mi chica con su primo, ella me miró y me guiñó un ojo, la sonreí, pero se me heló la cara cuando paró de pajearle y su cabeza bajó para pararse entre sus piernas.

Estaban de perfil, por lo que pude averiguar que no es que a Tania le diera un pinchazo en el estomago, si no que ahora se la estaba mamando, además… bien mamada, con mucho arte, como hasta ahora solo me lo hacía a mi.

Esto ya me encendió, y me levanté como un resorte, me fuí hacia ella, pero cuando me di cuenta, ella se me adelantó y me paró, con su mano en mi paquete, y para nuestra sorpresa estaba durísimo. No había caído, con este espectáculo, que mi polla estaba a reventar. No me lo esperaba. Tania si.

Procurando no mirar al capullo de su primo, noté que me abría el pantalón y sacaba mi polla a duras penas, ya que su rigidez hacía la tarea difícil y mas con una sola mano.

Cuando lo consiguió, por un momento dejó de comer de su primo y me miró, me sonrió y me preguntó:

-¿Me dejas?.

Antes de que pudiera contestar, se metió de golpe mi polla en su boquita... sabía lo que hacía.

-Haz lo que quieras, ya hablaremos mañana.

Fue mi estúpida respuesta.

Siguió chupándomela, mientras con su mano izquierda pajeaba a su primo, que en esos momentos cerraba los ojos y gemía como un animal. Tania paró de comérmela y le miró, sabía que se iba a correr, así que paró de pajearlo y se separó de nosotros.

Se desvistió, completamente y muy rápido, no quiso dejar pasar la oportunidad de recibir placer de las dos pollas que tenía ese primer día del año.

Después de verla desnuda y hacer que los dos nos desnudáramos y nos pusiéramos de pie, hizo que me sentara en el sofá, se acerco a mi y me dijo que la follara, yo no lo pensé, ya que estaba muy excitado, con la mezcla de celos, mal humor y placer, estaba en una situación absolutamente nueva para mi.

Me senté y ella inmediatamente se abrió de piernas y, dándome la espalda, se clavó mi polla durísima y muy lubricada en su jugoso y muy lubricado coño. Así bajó, se acomodó su culo en mis piernas y botó un par de veces para que mi polla se plegara bien en sus paredes.

Una vez allí, empezó a moverse lentamente. Yo me había olvidado de su primo, pero las palabras de Tania me hicieron volver a la realidad.

-Mario, ven aquí, delante mía.

Así lo hizo, vi su sombra como se acercaba.

Tania seguía cabalgándome, yo la tomaba de su culo, de sus tetas, de su cuello, de su pelo.

Sus gemidos eran ahogados, yo no sabía por qué, pero lo adiviné, cuando sobando sus pezones, rocé sin intención algo... Asomé la cabeza por un lado y vi la imagen: Su primito, estaba delante de ella, con las manos colgando en el aire y las manos de mi Tania en su culo, mientras ella le chupaba el gran pene que tenía.

A estas alturas, ya no me importaba nada y mi excitación, de ver a mi novia disfrutar como una loca, hacía que no me importara que ella estuviera chupando otra polla mientras yo se la clavaba en su coñito.

Aumenté el ritmo, subiendo lo que podía mis caderas, ella notó mis embestidas y vi como su cabeza se movía mas rápido. En un acto de depravación y excitación total, tomé la cabeza de Tania y le marqué el ritmo a seguir.

Los tres empezamos a gemir, mucho, Tania gritaba todo lo que la polla de su primo le dejaba, yo lamía su espalda y empujaba su cabeza para que chupara con mas fuerza.

El primero en correrse fue el chaval, lo se por que gritó, y vi y oí como Tania se tragaba su leche caliente, con mucho deseo. Después creo que Tania y yo nos corrimos a la vez, ya que ella soltó la polla de Mario de su boca, la tomó con su mano derecha y empezó a gruñir y a decir "DIOS, DIOS, DIOS", que es lo que suele gritar cuando se esta corriendo conmigo.

A decir verdad, conmigo lo dice mas bajo, porque supongo que los vecinos nos oirían y supongo que su excesivo volumen era debido a el hecho de tener dos pollas para ella sola. En ese momento mi polla explotó, sentí como la leche chocaba contra todas las paredes de su coño y arañé su espalda, gritando y dejándome las amígdalas en el grito.

Caímos los tres de golpe, ella apoyó su espalda contra mi pecho, su primo reculó hacia atrás y se dejó caer en el sofá, casi desmayado. Yo por mi parte me recuperé de mi grito acariciando los pezones duros de mi novia.

Estábamos callados y cansados, solo la adolescente voz de Mario resonó en la habitación.

-Qué pena que Manu no esté aquí también, ¿eh?. Pero creo que esta vez con tu novio lo disfrutaste mas.

Me quedé pensativo analizando esas palabras. Las siguientes de Tania fueron la respuesta:

-Si... El próximo verano me lo llevaré al pueblo y los cuatro lo pasaremos bien.

Ésto me lo dejó claro: Mi novia, en el pueblo era la zorrilla y mi primo y el "Manu" se la cepillaban al unísono. La duda era si serían los dos únicos o si mi "caliente" novia se cepillaba a todo el mundo... Este verano lo iba a descubrir.

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