viernes, 12 de octubre de 2007

Como empecé a ser cornudo sumiso

Me llamo Luis. Poco a poco mi vida a cambiado. Empecé como una persona normal al que le gustaban las mujeres, ligar con ellas y acostarme con ellas en cuanto podía. A los 20 años encontré a Mónica, con quien estuve de novio 5 años y luego nos casamos. Nuestra relación era normal, pero yo cada vez quería cosas nuevas en materia sexual. Películas porno, sexo en lugares comprometidos, fantasías, etc. Pero lo que de verdad me ponía, era que ella provocara a otros hombres, que me contara sus experiencias con sus anteriores novios.

Llegó un momento en que no pensaba en otra cosa que en ella follando con sus anteriores novios. Cada vez que follabamos, le decía que era otro, que quería verla a toda costa follando con otro, que me lo había contado tantas veces y había disfrutado tanto, que quería verla follando y disfrutando con otra polla. Fui tan insistente, que también para ella se convirtió en un deseo muy fuerte. En un momento dado, decidió dar un paso en nuestra relación y tomar el mando.

Me dijo que no podíamos seguir así, que o bien aceptaba que ella dirigiera nuestra vida sexual o bien tendríamos que dejar las fantasías para siempre. Yo por supuesto, no lo dudé y acepté su propuesta y le dije que haría lo que ella quisiera cuando, como y donde ella quisiera, que estaría siempre a sus ordenes. ¡En que hora me puse en sus manos! Decidió dar un vuelco a nuestra vida sexual y dar un paso adelante, cambiando fantasías por crudas realidades.

Lo primero que me dijo, es que yo aceptaba porque quería, pero que nunca podría desobedecerla y a partir de ese momento sería su exclavo. Para empezar, no vas a volver a utilizar calzoncillos, iras siempre con braguitas tanga, para que no olvides que eres mi exclavo. Nunca mas volverás a masturbarte sin mi permiso, y solo podrás follarme cuando yo te lo ordene. Yo follaré con quien me de la gana y cuando me de la gana. Todas estas advertencias, me pusieron como una moto y al ir a abrazarla para follarmela, me paró en seco y me recordó que tendría que esperar a que a ella le apeteciese dejarme follar. Pasaron unos días en los que me hacía desfilar por la casa en tanguita, me dejaba que me masturbara un poco, pero cuando mas caliente me veía, me hacía parar y me dejaba super caliente. Tras varios días de sumisión, llegó la primera gran sorpresa.

"Luis, esta noche va a venir Alfonso a cenar, el hombre que me desvirgó y con el que mas he disfrutado en la cama. Quiero que nos sirvas tu la cena y nos atiendas en todo momento, estarás con el tanga puesto y un delantal, quiero que vea como te domino y que disfrute como nunca en su vida. Por fin vas a disfrutar viendo como me follan de verdad, vas a ver como se follan a tu mujer en tus narices, como el hombre que desvirgó a tu mujer, puede seguir haciendo conmigo lo que quiera." El anuncio hizo que casi me corriera de solo pensarlo, pero no me dejó que me tocara la polla, pues quería que estuviera mas cachondo que nunca cuando les viera, de ahí que estuviera toda la semana calentándome sin dejarme correrme. La verdad es que estaba acojonado, pues una cosa es fantasear y otra estar en tu casa esperando en tanga a que venga un tio a follarse a tu mujer. Cuanto mas se acercaba el momento, mas lo pensaba y cuanto mas lo pensaba mas caliente estaba.

Por fin llegó el momento y sonó el timbre. Mónica me hizo abrir a mi y me presentó ante Alfonso como su exclavo sumiso. Se dieron un morreo y fue el primer momento de mi vida en que vi a mi mujer besarse con otro hombre. Solo era un beso, pero ya estaba viendo a otro hombre con mi mujer. Pasamos al salón y se sentaron. Mi mujer me dio las ordenes oportunas: " sírvenos y estate aquí a nuestro lado de pie para por si necesitamos algo.

" No paraban de reirse y de decirse lo bien que lo iban a pasar recordando viejos tiempos. Estuvieron toda la cena manoseándose y besándose. Tuve que ver durante casi media hora, como Alfonso metía mano a Mónica en mis narices, mientras yo miraba vestido con un tanga y un delantal. La humillación era enorme, pero a pesar de ello, seguía sintiendo placer. Cuanto mas me humillaba, mas placer sentía. Cuando terminaron de cenar, se sentaron en el sillón del salón y empezaron a sobarse y besarse. En ese momento, Alfonso se dirijió a mi:" Como me gusta esta cachorra.

La voy a follar como nunca la has follado y va a disfrutar como nunca lo ha hecho contigo." Mónica, tomó el mando y me dijo:" Bueno maridito, aquí empieza tu verdadera sumisión. Vas a ver como me follan, como Alfonso puede hacer cosas conmigo que tu jamás podrás, empezando porque fue el el que me desvirgó, honor que siempre le pertenecerá. Ahora, para empezar, vas a desnudarme para entregarme al hombre que te va a hecer por primera vez cornudito.

Quiero que seas tu quien me entregue a el." La desnudé entera, una vez desnuda, la acerqué a Alfonso y le dije" aquí tienes a mi mujer, fóllatela, haz con ella lo que quieras, es toda tuya." En ese momento, llegó un momento muy delicado, pues Mónica me dijo:" Quiero que respetes al hombre que ha desvirgado a tu mujer y que te va a hacer cornudo. Desnudale y preparale para mi." "Que quieres decir, no..." No me dejó terminar y me amenazó con que me tendría que ir y no podría ver como follan. " No se te ocurra desobedecer mis ordenes" Seguí adelante y desnudé a Alfonso.

Una vez los dos desnudos, Mónica me ordenó:" ahora, quiero que beses su polla en señal de respeto y agradecimiento, metetela toda en la boca con mucha delicadeza y déjamela lubricada. Quiero que la admires, pues es la polla que te hará cornudo." Sin rechistar, me agaché y cumplí sus ordenes. Nunca en mi vida pensé que viviría una situación tan humillante, chupando la polla del tio que me haría cornudo. Cuando decidieron que era sufieciente, se tumbaron y empezaron a follar como locos. Pedí permiso a Mónica para pajearme, pero me lo negó y tuve que seguir mirando sin consuelo.

Mientras seguían follando, Mónica me dijo que la besara y entonces me dijo:" No sabes lo feliz que me haces. Me encanta que seas mi cornudo sumiso. Estoy disfrutando como nunca en la vida imaginé que podría hacerlo. Te aseguro que te voy a humillar como nunca te has podido imaginar y te voy a hacer el hombre mas cornudo del mundo, que se que es lo que mas te gusta." En ese momento, Alfonso se corrió y Mónica tuvo un orgasmo como yo nunca había visto. Sacó su polla del coño de mi mujer y volví a recibir ordenes:" quiero que limpies mi coño con tu lengua, que te bebas hasta la última gota del esperma que Alfonso a metido en mi coño. No dudé en obedecer y tuve que comerme toda la corrida de Alfonso del coño de mi mujer.

Cada situación que vivía, me parecía la mayor humillación que un hombre puede padecer, pero seguro que vendrían mas humillaciones. Cuando terminé de chuparle el coño, me dijo:" ¿Y que pasa con la polla de Alfonso, la polla que ha desvirgado a tu mujer, la polla que te ha hecho cornudo? Límpiasela y dejala limpita.

Como siempre, cumplí sus ordenes y le chupé la polla a Alfonso hasta dejársela reluciente. Nos quedamos los tres dormidos y al cabo de tres horas, me desperté viendo como Mónica le estaba comiendo la polla a Alfonso. Enseguida, Este se corrió en la boca de mi mujer. Me sorprendió porque a mi jamás me ha dejado correrme en su boca. Su explicación fuë:" Maridito, nunca te he dejado correrte en mi boca ni nunca te dejaré. Hay cosas que tu nunca podrás hacer, y si quieres verlas, tendrás que ver como otros lo hacen. Si quieres ver esperma en mi boca, tendrás que ver como otros hombres se corren en mi boca, pues tu jamás, repito, jamás te correras en mi boca." Volví a sentirme terriblemente humillado mientras Alfonso me miraba con la sonrisa de oreja a oreja.

Así fue transcurriendo el tiempo, con Alfonso y con otros hombres con los que mi mujer me hacía cada vez mas cornudo. De vez en cuando, me dejaba follarla o masturbarme. Ella seguía disfrutando cada vez que me humillaba y yo seguía disfrutando con sus humillaciones. Hicimos de ello nuestra forma de vida, era mi ama y yo su puto exclavo cornudo-sumiso. Al cabo de unos años, Se le ocurrió algo mas humillante todavía, que yo ni me podía imaginar. Me dijo:" cariño, cada día que te humillo, disfruto mas, y tu cuanto mas cornudo eres, mas realizado te sientes.

Quiero humillarte mas todavía, y que disfrutes mas si cabe con tus cuernos. Quiero que seas el marido mas humillado y cornudo del mundo y estoy decidida a conseguirlo. Vas a estar una temporadita sin follar, y yo voy a follar mas que nunca. A partir de hoy, voy a dejar de tomar anticonceptivos, quiero quedarme embarazada y tener un hijo, pero quiero asegurarme que no sea tuyo, que sientas la mayor humillación del mundo y que te sientas el mayor cornudo del mundo. Así que hasta que no esté embarazada no volverás a follarme."

Pasaron dos meses y Mónica me dio la noticia, estaba embarazada, no sabía de quien, pero lo que si sabía es que yo no era el padre, que otro hombre había dejado embarazada a mi mujer. Efectivamente, me sentí absolutamente humillado y cornudo, pero eso es lo que yo había elegido y ya después de tantos años no podía volver atrás. Eran cientos los hombres que se habían follado a mi mujer, que habían comido su coño, habían metido la polla en la boca de mi mujer y cientos a los que mi mujer me obligó a chupar la polla y limpiar su esperma de su coño, que es lo mas le gustaba. Para colmo, tendríamos un hijo que no era mio, pero era para que siempre tuviera presente que soy el mas grande y puto cornuso sumiso del mundo.

Después de un año, con un embarazo de por medio, me ha vuelto a dejar follar con ella. Mónica me domina, me humilla, me controla y me quiere. Soy su exclavo y ella me llama puto cornudo sumiso. Desde que me anunció que quería quedarse embarazada de alguno de sus amantes, me prohibió follar. Como les dije, ella folló mas que nunca y con mas amantes que nunca hasta que quedó embarazada de uno de ellos ( hoy todavía no sabe de quien). Durante todo el embarazo, me ha prohibido follarla, pues a decidido humillarme, y dejarme todo el año sin poder follarla, pues no quería que yo metiera mi polla en ella durante el embarazo. Para humillarme mas si cabe, han sido los nueve meses que mas a follado. Siempre lo ha hecho sin condón para que yo limpiara de su coño el esperma de sus amantes.

El embarazo le ha hecho mas fuerte y dura con sus humillaciones. Desde que empezó a tratarme y hacerme un carnudo sumiso, cada paso que ha dado, la ha hecho mas fuerte y a puesto el listón mas alto. Los nueve meses de embarazo, han sido mas humillantes si cabe que todo lo que me había hecho hasta entonces. Recuerdo cuando me anunció su embarazo. Me hizo subir a nuestro dormitorio, me hizo que me desnudara completamente y me pusiera un tanga. Una vez en tanga, me ordenó que me arrodillara y bajara la cabeza que quería anunciarme algo:" Querido carnudo sumiso, desde hoy, eres mas cornudo y sumiso de lo que nunca hubieras podido imaginar, te he humillado mas de lo que nunca hayas podido soñar, pero mi reto es superarme a mi misma, y pienso humillarte cada vez mas. Tengo que anunciarte, que uno de mis amantes, me ha dejado embarazada. Voy a tener un hijo, que será el símbolo de tu humillación, sumisión y cornamenta. Toda tu vida te sentirás humillado y cornudo.

Para celebrarlo, esta noche van a venir 3 amigos mios a casa, y tu te vas a ocupar de que todo salga bien y lo pasemos en grande. No te cambies de ropa, quédate con el tanga, que quiero que nos sirvas así la cena. Estarán aquí dentro de 2 horas, así que ve preparando la cena y la mesa, que luego quiero que me prepares a mi para esta noche". El sentimiento de sumisión, humillación, rabia, incomprensión, confusión y excitación, no lo podré olvidar jamás. Cuando me dijo que follaría sin protección con sus amantes para quedarse embarazada, creí que era simple aderezo para humillarme mas, pero no podía o no quería imaginar que fuera verdad. Cuando me anunció el embarazo, sentí escalofríos por todo el cuerpo. No daba crédito hasta donde había sido capaz de llegar Mónica con aquellas fantasías que teníamos al principio de nuestro matrimonio. No tenía límite y no se cansaba de humillarme, someterme y cornearme. Me fui a preparar todo para la cena y después tuve que bañarla y vestirla. A la hora que me dijo, llamaron a la puerta y abrí vestido solo con el tango que me puse.

Entraron tres jóvenes de unos 20 a 25 años y me miraron con grandes carcajadas en su cara. Evidentemente, Mónica ya les habría contado la situación. "¿Dónde está tu ama, exclavo, que tendrá unas ganas locas de follar?" Les dirijí al salón y ella les recibió con un beso en los morros a cada uno. Me dijo que me ocupara de todo y les atendí para el aperitivo y la cena, mientras no paraba de ver como reian y se sobaban continuamente. Cuando les serví el café, Mónica me dio una nueva orden. "Cornudo sumiso, arrodíllate debajo de la mesa y ve preparándome las pollas de estos hombres, que me muero de ganas por follármelas todas." A estas alturas de nuestra relación, yo no discutía lo mas mínimo sus ordenes, y me metí debajo de la mesa a sacar las pollas de sus amantes y a chuparlas para que estuvieran a punto para ella. Cuando terminaron los cafés, nos subimos a la habitación. Mis ordenes eran que tenía que desnudarles a todos, a Mónica la primera y a medida que desnudaba a los hombres, tenía que chuparles la polla de rodillas, en señal de respeto a las pollas que me hacían cornudo, como a ella le gustaba decir. Los comentarios de los hambres cuando me veían en el suelo chupándoles la polla para que se follaran a mi mujer, a pesar de la gran cantidad de veces que me ha pasado, hacían que me sintiera un perro. Cuando tuve a punto la primera polla, abrí las piernas de mi ama e introduje la polla del primer hombre en su coño. Tuve que mover su cintura con mis manos para que empezara a follársela y tuve que volver a oir comentarios humillantes de mi mujer "muy bien cariño, que bien me follas, moviendo el cuerpo de otro" Me pidió que le metiera la polla de otro en su boca y eso hice.

En ese momento, mi mujer follaba con uno y le chupaba la polla a otro mientras yo, de rodillas, chupaba la polla al tercero. El que se estaba follando a mi mujer, se corrió con un orgasmo impresionante y enseguida, mi mujer me dio la orden que mas le gusta darme. "límpiale bien la polla con la lengua y luego me limpias el esperma del coño, que no quiero levantarme a limpiarme." Obedecí como siempre y tuve que limpiar todo el esperma con mi lengua. La noche siguió de manera parecida, follándose todos a Mónica y yo limpiándoles a todos con la lengua. Ya por la mañana, Mónica me anunció mi nueva humillación delante de sus 3 amantes. "Cornudo sumiso, ponte de rodillas, que tengo que decirte algo importante. Ya sabes que estoy embarazada de alguien que por supuesto no eres tu. Pues en señal de respeto ha nuestro hijo, te prohíbo que me folles durante el embarazo. Durante estos nueve meses, te limitarás a limpiarme con tu lengua cada vez que folle con mis amantes." Los 3 hombres empezaron a reírse y uno irónicamente me dijo que no me preocupara, que ellos follarían a Mónica todas las veces que hiciera falta. Yo como siempre, acepté con un "si mi ama, lo que tu ordenes". Todo el embarazo transcurrió de la misma forma mas o menos, humillándome mas si cabe cuanto mas se le notaba la tripa, contando todo a todos los amantes que venían a mi casa a follarse a mi mujer en mi cama y mientras yo les limpiaba la polla con mi lengua.

Nació el niño y durante la cuarentena, todo parecía normal, no había amantes, no había ordenes excesivamente humillantes y la situación parecía normal. Casi 2 meses después de que naciera el niño, me dijo que esa noche, (casi un año después) podría follarla. Estuve todo el día nerviosísimo, a la vez que intrigado, porque conociendo a Mónica, estaba seguro que algo me ocultaba, pues nunca pierde ocasión de demostrarme su dominación y poder. Cuando llegó el momento, me dijo que subiera a la habitación, que me desnudara, que ella subiría enseguida. Me desnudé y la esperé en la cama. De repente, entraron en la habitación dos hombres y me vieron en la cama desnudo. Entró Mónica y me explicó lo que se traía entre manos. Luis, como hoy es un día especial, pues llevas casi un año sin follar, quiero que mis dos mejores amantes, vean tu estreno después de un año y luego me follen ellos de verdad, porque sino me voy a quedar a medias. De nuevo sentí la fuerza de sus humillantes palabras sobre mi y como por arte de mágia, mi polla desapareció.

No me lo podía creer, un año esperando y ahora iba a dar un gatillazo. Mónica me preguntó que por donde quería empezar, que por el coño o por el culo. Le dije que quería follarla por el culo, pues he visto como todos se la han follado por ahí y a mi jamás me había dejado. Me las prometía muy felices, pues por fin follaría el culo de mi mujer, algo que creí quedaría reservado solo a sus amantes. Me dijo que adelante, pero mi polla no crecía y empecé a ponerme nervioso. Después de un rato esperando, me dijo algo que me dejó helado: "como quieres que tu y yo follemos por el culo y como todos podemos ver, no eres capaz de follarme tu a mi, te voy a follar yo a ti." Se puso un arnés con una polla artificial, me puso boca abajo, me lubricó el culo y empezó a follarme con todas sus fuerzas. Se me salían las lágrimas, no se si de dolor, de placer, de frustración o de que.

Después de un rato follándome, me empalmé y Mónica me dijo que podría follarla. La tumbé y la penetré después de un año, viendo como cientos de hombres se la follaban y yo solo podía mirar. Follé por fin el coño de mi mujer, el coño que llevaba un año limpiando con la lengua el esperma de otros hombres. Se me olvidó por momentos que estaban 2 de sus amantes viéndonos hasta que de repente, uno de ellos, me metió la polla en la boca y el otro por sorpresa, se puso en mi espalda y empezó a darme por el culo. Mónica me miraba con cara de vicio y malicia. Me corrí enseguida, pero no me dejaron hasta que no me tragué hasta la última gota de esperma de uno de ellos y el otro se corrió en mi culo.

Ahora, seguimos nuestro matrimonio con "nuestro hijo" y estamos mas unidos que nunca. Mónica disfruta como nada en este mundo, humillándome, ideando cosa para que yo me sienta humillado, cornudo y sumiso. Pero yo la quiero con locura y se que ella a mi también. Todo lo hace por mi, todo lo que hace, lo hace pensando en mi. Estoy seguro, que si no supone una humillación para mi, ni siquiera follaría con otros. Folla con otros, para humillarme, ha tenido un hijo con un amante para humillarme, me hace limpiarle a ella y a sus amantes para humillarme. Se que es difícil de entenderlo, pero cada vez somos mas felices y nos queremos mas. Soy su exclavo y disfruto con todo lo que me hace. Se que me quiere y me lo demuestra todos los días.

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